Llega el mes de septiembre y, con él, la vuelta a la vorágine escolar: reuniones, planificaciones, padres, alumnos, alegrías, problemas... y la temida (en ocasiones deseada) vuelta a la rutina.
Al volver al trabajo puedes encontrarte dos tipos de personas: las que estaban deseando volver al trabajo y su rutina diaria, y los que, con pena, miran las fotos que han hecho durante las vacaciones. Este post es para los segundos. A todos aquellos que sois del primer grupo, enhorabuena, es una forma maravillosa de empezar el nuevo curso.
La despedida de las vacaciones puede generar un estado de ánimo contraproducente: nervios, ansiedad, tristeza, cansancio... Y, sin embargo, debemos ir poco a poco adaptándonos a la vuelta al trabajo para que podamos sobrellevarlo bien y dar lo mejor de nosotros mismos.
Te ofrecemos algunos consejos prácticos para hacer más llevadera la transición y convertir la vuelta al trabajo en una experiencia amena y enriquecedora.
- Reflexión y metas. Antes de regresar al trabajo, tómate un momento para reflexionar sobre tus logros y experiencias del año anterior. Establece metas claras y realistas para el nuevo ciclo escolar. Establecer objetivos nos da un propósito y nos motiva a seguir adelante.
- Planificación gradual. Comienza a retomar tu rutina unos días antes de volver al trabajo. Ajusta tu horario de sueño y regula tus comidas. Esto ayudará a evitar el choque brusco de regresar a una jornada completa de trabajo.
- Renovación del espacio. Acondiciona tu lugar de trabajo para que lo sientas acogedor y motivador. Agrega elementos personales que te inspiren y te den energía positiva. Un ambiente agradable favorecerá tu bienestar y rendimiento.
- Reencuentro y apoyo mutuo. Al volver al trabajo, tómate el tiempo para conversar con tus colegas. Compartir experiencias y preocupaciones puede aliviar la tensión y fomentar un ambiente de apoyo entre el equipo.
- Organización eficiente. Planifica tus tareas con anticipación y establece prioridades. Una buena organización te permitirá enfrentar el flujo de trabajo de manera más fluida y sentirte menos abrumado.
- Respeta tu tiempo libre. Durante el periodo estival, es posible que hayas disfrutado de mayor tiempo libre. Aunque ahora estés ocupado, es crucial que sigas reservando momentos para descansar y disfrutar de tus pasatiempos. El equilibrio entre el trabajo y el descanso es esencial para evitar el agotamiento.
- Ejercicio y actividad física. Mantenerse activo físicamente es fundamental para mantener el bienestar emocional y mental. Reserva tiempo para realizar actividad física, incluso si es una breve caminata al aire libre.
- Desarrollo profesional. Utiliza el inicio del nuevo año escolar como una oportunidad para continuar aprendiendo y creciendo profesionalmente. Asistir a talleres, conferencias o cursos enriquecerá tu práctica como orientador.
- Practica la gratitud. Enfocar tu mente en lo positivo y agradezcer las pequeñas cosas cada día. La gratitud nos ayuda a mantener una actitud positiva frente a los retos y a valorar lo que tenemos.
- Flexibilidad y adaptabilidad. Recuerda que la vuelta a la rutina puede ser un proceso gradual. Sé amable contigo mismo y acepta que pueden surgir desafíos. La flexibilidad y adaptabilidad son clave para afrontarlos de manera positiva.