Estudiar y vacaciones puede sonarnos algo contradictorio, pero si no queremos perder una buena rutina, debemos ejercitar el cerebro.
Llega la mágica Navidad y estamos más pendientes del turrón y los regalos que de los estudios. Más aún, si nos hemos quitado ya los exámenes globales. Es normal, es lógico…pero poco práctico.
Aunque no tengamos clases, días festivos son solamente cinco: Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y el día de Reyes. El resto, mejor que sean útiles. Con ello, no solamente la vuelta a la rutina será menos dolorosa, si no más productiva.
Para ello, entre salir y zampar, mejor darle a estudiar. Que, si no, además de la nieve, lo que te van a dejar congelado son los suspensos.
Para mantener la rutina de estudio estas navidades, toma nota:
Literalmente. Si hace falta, imprime un calendario o dibuja uno, ponle colores y hasta pegatinas, si lo prefieres. En él tacha los días festivos (que los vas a disfrutar a lo grande) y quédate con los días “laborables”. En ellos, tendrás que organizar tu agenda. Escribe las asignaturas que tienes que estudiar (si tienes exámenes a la vuelta, exámenes globales a final de curso o te ha quedado pendiente alguna asignatura). Márcate unos horarios realistas (pueden ser 4 o 5 horas por la mañana), y cúmplelos.
En tu calendario, además de estudiar para asimilar nuevos conceptos, no olvides guardar un día o dos a la semana para hacer un repaso global. De esta manera no solo asentarás bien los conocimientos, si no que irás cerrando “etapas” y te será más fácil marcarte una meta.
Y no nos referimos solo a los horarios diarios de estudio. Con el frío, los polvorones y la mantita es fácil caer en la vagancia. Es beneficioso marcarse ciertas normas personales todos los días. Por ejemplo, apunta una hora para hacer deporte, para estudiar inglés, para pintar si es que te gusta…o incluso para jugar a videojuegos. Así serás mucho más consciente de los tiempos y podrás llenar el día de actividades.
No es necesario madrugar como cuando tienes que ir a clase, pero no malacostumbres a tu cuerpo. ¿Sabías que hace falta más tiempo para crear una rutina que para perderla? Si te levantas muy tarde todos los días la vuelta se te va a hacer muy (muy) cuesta arriba. Lo ideal sería no despertarse más tarde de las 9 de la mañana. ¡Aprovecha! Tienes un montón de cosas que hacer y disfrutar durante las vacaciones.
Tanto si has acabado los exámenes como si no, será muy beneficioso para tus notas (y tu cerebro) que investigues por tu cuenta algún tema que te interese. Hoy en día Internet nos ha dado la facilidad para conocer todo sobre todo. Y, si eso te cuesta, seguro que tienes series o documentales sobre tus intereses. Por ejemplo, “Diagnosis” (para saber más sobre enfermedades raras), “En pocas palabras” (capítulos breves explicando temas como agua, criptomonedas o “K-Pop”) o “El ministerio del tiempo” (para aprender sobre historia de España).