Considera que “conocer algo nuevo, una nueva frontera de aprendizaje, es algo apasionante que te llena por dentro”. Por eso, aconseja, un alumno que quiera dedicarse a ello debe ser un estudiante con una “pasión insaciable por el conocimiento y con gran capacidad para asimilar conceptos”.
“Lo más duro en mi carrera ha sido tener delante de mí a la persona enferma”
Su larga trayectoria profesional le ha llevado a desempeñar su labor en distintos ámbitos. Sin duda, para Estanislao el más difícil fue el ámbito sanitario: “trabajamos con el virus del sida, el VIH. Ver cómo la gente se va apagando es inspirador, porque ves que lo que haces sirve para algo, pero muy duro también, porque te enfrentas a algo que supone la muerte de una persona”.
Asimismo, reconoce que esta profesión requiere de paciencia, ya que los proyectos pueden abarcar periodos muy largos de tiempo (él, por ejemplo, está todavía trabajando en uno que comenzó hace 10 años).
“Ser conscientes de que somos tan frágiles como para enfermar por un virus hace que tomemos la vida desde un punto de vista más humilde”
Estanislao tiene claro su meta profesional: “desarrollar medicamentos que salven la vida de los niños. Por ejemplo, aquellos que mueren deshidratados por un virus en países en vías de desarrollo”.
