Laura Cobeña ha logrado cumplir su sueño de juntar en una misma profesión sus dos pasiones; la Ingeniería y la Medicina. Es licenciada en Ingeniería Biomédica, un grado que pone la tecnología al servicio de la sanidad. ¿Te imaginas diseñar un dispositivo para el cerebro que corrija el parkinson de una persona? ¡Ahora puedes hacerlo!
Laura Cobeña no tenía muy claro qué estudiar al acabar el Bachillerato. Le gustaba la Medicina y las Ingenierías, pero no se decidía por ninguna de las dos. Despejó sus dudas en “Aula”, el Salón Internacional del Estudiante y la Feria Formativa. Allí descubrió que existía el grado de Ingeniería Biomédica, una carrera que aplica la ingeniería a la Medicina. ¡Sus dos grandes pasiones!
Entenderás mejor que significa eso de aplicar la Ingeniería a la Medicina con ejemplos. Imagina que una persona tiene un problema en el corazón y necesita un marcapasos, que no es otra cosa que un dispositivo diseñado en un departamento tecnológico. Pues bien, a eso se dedica un ingeniero biomédico. Al diseño, prueba y puesta en marcha de ese dispositivo. Lo mismo ocurre en el caso de una máquina cualquiera para un hospital o un dispositivo implantado en el cerebro de una persona afectada por parkinson (una enfermedad del sistema nervioso que genera temblores incontrolables en manos, piernas o cabeza).
El caso de Laura es especial porque decidió ampliar sus estudios con un segundo grado; el de Telecomunicaciones. Antes de acabar la carrera ya le habían llamado de una empresa para ofrecerle trabajo. Tanto la Ingeniería Biomédica como la de Telecomunicaciones te ofrecerán un estupendo futuro profesional. La propia Laura te lo cuenta en el video: ““La ingeniería biomédica no tiene paro y es apasionante”.
Lo que debes tener claro es que ambas carreras implican mucho esfuerzo. No es necesario que seas un cerebrito, pero sí que seas constante. ¡No te des la panzada antes de un examen! Es una carrera de fondo.
