¿Tienes un examen oral a la vista y ya te estás poniendo nervioso? Es normal sentir cierta inquietud al enfrentarse al público. En tu caso, a un profesor o un tribunal. De tus respuestas dependerá la nota, pero también de tu actitud. Un discurso fluido y una actitud relajada no sólo te harán ganar puntos, sino que te prepararán para situaciones futuras: una entrevista de trabajo, una comida de presentación… En El Orientadero te damos las claves para superar los nervios y ser un buen orador. Ahí van: