Es verdad que lo que ahora toca es estudiar y preparar la prueba y no conviene añadir tensión con las decisiones sobre la carrera. Pero tú mismo te quitarás presión y bloqueos si te enfrentas a la prueba con la mente abierta. Esto significa, en gran parte, tener un ‘plan B’ y hasta un ‘plan C’.
¿Estás seguro de que sólo te gustaría estudiar ese grado que llevas en mente? ¿Te has dedicado a mirar las asignaturas de esa carrera que estás seguro de que te gusta tanto? ¿Te has informado de sus aplicaciones en la sociedad?
Si después de hacer todo eso, estás convencido de que esa carrera es la tuya, enhorabuena. Seguro que vas a ir a por todas para conseguir esa nota. Que nadie te quite ese impulso.
Pero a la EVAU hay que ir con la mente muy abierta porque tu nota compite con la de los estudiantes de toda España.
Si tu nota final de admisión te da para estudiar lo que quieres, genial. Pero, si no, no se acaba el mundo. Hay muchas carreras asociadas con esa que te gusta. A veces, incluso ocurre que tienes asociada una sola carrera y una sola profesión con un campo profesional, pero si te paras a curiosear en ese campo profesional, te darás cuenta de que hay titulados en otras disciplinas diferentes.
Tal vez tienes la suerte de que te atraen varias disciplinas y varios ámbitos profesionales y es cuestión de analizar las combinaciones que te son más favorables cuando te den las notas.
No dejes de consultar la oferta académica de algunas universidades privadas, a veces mucho más actualizadas a las necesidades del mercado laboral. En ellas puedes encontrar grados que no has visto aún en las universidades públicas y, sobre todo, dobles grados y grados multidisciplinares, cada vez más demandados.
Te recomendamos especialmente que consultes la oferta académica de las Universidades CEU (enlace) porque te puede ayudar a abrir verdaderamente la mente en cuanto a carreras que estudiar, modelos de formación, salidas laborales…
Pero también hay que llevar la mente abierta respecto a dónde vas a estudiar. Puede que, por unas décimas, tengas que plantearte estudiar la carrera que te gusta en otra comunidad autónoma y que eso acabe desencadenando un tsunami familiar. Que eso no te eche para atrás. Al contrario, estudiar fuera puede acabar teniendo múltiples ventajas.
Así que cuando llegue el momento de enfrentar tus notas con las notas de corte, cuanto más abierta tengas la mente, mejor. Y, sin duda, cuanto más abierta esté tu familia a tus opciones de futuro, también mejor; no sólo para ti, sino también para ellos.