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Mujeres, líderes en orientación

En el Día Internacional de la Mujer (antes conocido como día Internacional de la Mujer Trabajadora) queremos poner en valor el esfuerzo que día tras día realizan las profesionales de la orientación en todos los centros educativos españoles.

Días con horas infinitas y jornadas que parece que no acaban nunca. Todo con un propósito puramente humano: ayudar a los estudiantes. Parafraseando a Groucho Marx… Detrás de un gran alumno, siempre hay una gran orientadora. 

La figura del orientador es clave en la educación. Aunque en la mayoría de las ocasiones el despacho pasa desapercibido hasta que ocurre un problema, es una de las profesiones más vocacionales, necesarias y gratificantes que existen. 

Aunque la orientación vocacional se profesionalizase en Estados Unidos en el año 1908, no fue hasta 1918 cuando en Barcelona se fundó el primer Instituto de Orientación Profesional de España. 

Desde entonces, la profesión del orientador en los centros educativos se ha ido especializando y abarcando distintas materias, como puede ser la vocacional o la resolución de conflictos, y atendiendo a edades diversas que van desde los cursos de Infantil hasta Bachillerato. 

Resulta más que obvio admitir que, en este camino de la orientación y la ayuda a los jóvenes, las mujeres han resultado ser mayoría. En una muestra de 568 orientadores recogida por el Departamento de Educación y Formación Profesional del Gobierno de España en el año 2010, el 63,4% eran mujeres. Además, la media de edad de todos ellos era de 39,65 años. 

Esta tendencia es extrapolable a otros oficios que tienen como objetivo el cuidado de personas. Las mujeres están (estamos) más predispuestas a ocupar nuestro tiempo ayudando a los demás. Los profesores enseñan, los orientadores resuelven. 

Además, la figura del orientador contribuye a conseguir la igualdad de género. Tal y como indica Ana Cobos, presidenta de COPOE (Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España): “… la orientación educativa contribuye a la igualdad de género porque posibilita que cada persona encuentre su camino sin que el género sea un condicionante en la toma de decisiones vocacionales. Desde mi experiencia como orientadora, este objetivo es muy difícil de conseguir e incluso podemos decir que hoy, en pleno siglo XXI, sigue pareciendo una utopía que cada persona se realice en su propia vida con independencia de su género, porque el proceso es extremadamente complicado”. Os animamos a leer el artículo completo aquí. 

Más de 6 de cada 10 orientadores son mujeres. Mujeres tenaces, pacientes, visionarias, preocupadas y generosas que aportan su granito de arena para que la sociedad mejore generación tras generación. 

A todas vosotras gracias. Gracias por vuestra labor en la orientación. 

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