ENTRETENER

Las recetas preferidas por los universitarios

Tiempo de lectura: 5.36 minutos

Estés ya en la carrera o a las puertas, puede que te toque independizarte con todo lo que ello conlleva. Para no sobrevivir a base de tuppers de tus padres, aquí tienes los 10 platos que debe conocer todo buen universitario.

Hay quien quema hasta la pasta. Otros que ya dominan la gastronomía española y se han lanzado a la internacional. Sea como sea, en la universidad vas a tener que apañártelas por ti mismo, y si no quieres comer bocadillos todos los días, será mejor que apuntes estas sencillas recetas.

No hace falta ser un cocinitas para comer rico. Ahora que vas a vivir solo, lo mejor será que te manches las manos para preparar tu propia comida. Puede ser una actividad divertida acompañándola de música o de buenos amigos. Sea como sea, comer es una necesidad y para muchos otros una afición.

Con todas las clases y tareas de la vida universitaria no tendrás demasiado tiempo, así que, para ahorrarte pensar demasiado, te dejamos el listado oficial del recetario universitario. ¡A ver si te resistes a hincarle el diente!:

  1. “Hola, soy el plato favorito de los estudiantes y de los que dejaron de estudiar hace veinte años”. Si algo adoramos de la gastronomía italiana es la pasta en todas sus formas y variedades: espagueti boloñesa, carbonara, pasta con tomate, con atún, en ensalada… Para probar algo distinto y muy fácil, ¿por qué no pruebas a preparar una pasta con pollo al limón? Bastará con saltear en la sartén pechuga de pollo en trozos y rociarla en el último momento con limón. Una vez hecho el pollo, añades a la sartén nata para cocinar, queso en polvo para espesar un poco y la pasta ya cocida.
  2. La de patatas es la que más nos gusta, pero seamos realistas, el nivel perfecto solo lo alcanzan nuestras abuelas. Para evitar meter la pata puedes optar por las versiones más sencillas como la francesa y, si quieres subir un nivel, la tortilla de verduras. Bastará con que hagas a fuego medio-bajo varios vegetales de tu gusto (cebolla, calabacín, pimiento, berenjena, zanahoria…). Cuando veas que están blanditos añades sal y los huevos batidos. Así, además de disfrutar comiendo añades verduras a tu dieta, muy importantes para el correcto funcionamiento del cerebro.
  3. Ensalada campera. La ensalada más completa (y rica) de todas. La podrás hacer totalmente a tu gusto, ya que puedes ir añadiendo lo que prefieras: huevo cocido, tomate, atún, aceitunas, lechuga, maíz…eso sí, no olvides el ingrediente estrella, ¡la patata cocida!
  4. Fajitas. Sí, se pueden cocinar fajitas en casa sin necesidad de ir a un restaurante mexicano. Para hacerlas todavía más fácil, compra las tortillas (de trigo o maíz) en un supermercado y dedícate a preparar el relleno. Te recomendamos las más básicas, con una proteína (pollo, atún o carne picada de ternera) y verduras (pimientos rojo y verde y cebolla). En la sartén, cocina primero los vegetales cortados a tiras y cuando estén casi listos añade la proteína, tomate (frito o natural) y, por último, queso.
  5. Paninis. Una receta fácil para el que tiene muchas cosas que hacer. Bastará comprar la barra de pan que más de guste y añadirle encima los toppings de tu elección: tomate, jamón, queso, salchichas, champiñones. Mételo al horno a 200º durante unos 10 minutos. Eso sí, no olvides ir echando un vistazo para que no se quemen.
  6. Pizza. No vale la comprada de supermercado. La base de una pizza solo lleva 100 gramos de harina, 50 mililitros de agua, una pizca de sal y una cucharilla de aceite de oliva. Coloca la harina en un bol y haz un hueco en el medio. Añade el resto de ingredientes y ve integrando poco a poco y con paciencia (la masa estará lista cuando no se pegue en las manos). Luego simplemente tendrás que estirarla con un rodillo y un poco más de harina para que no se pegue a la mesa. Si prefieres saltarte este paso compra la base ya hecha, pero añade tú los ingredientes, así podrás hacerla a tu gusto y elegirlos de calidad.
  7. Trenza de chocolate. El postre más sencillo de hacer. Basta con que compres una plancha de hojaldre, la estires, y pongas encima una tableta de chocolate. Corta los bordes del hojaldre en tiras gruesas y ve trenzándolos por encima hasta cerrar todo. Bate un huevo y pinta un poquito la trenza por encima con él. Mete al horno y sigue las instrucciones del fabricante de hojaldre hasta que la tengas hecha.
  8. Pollo con Coca-Cola. ¿Cómo? ¿Con Coca-Cola? Pues sí, aunque no sea la opción más sana, queda delicioso. Elige la parte del pollo que prefieras (te recomendamos unos muslitos), pásalos por harina (sacudiendo el exceso) y fríelos en una cazuela con aceite, cebolla y ajo. Cuando la cebolla esté dorada vuelca una lata de bebida y tapa la perola, removiendo de vez en cuando para que no se pegue. Después de unos 30 minutos la salsa habrá espesado, ¡ñam!
  9. Puré de verduras. La manera más fácil de comer sano, y lo mejor de todo es que le puedes echar todo lo que quieras. Ahora está de temporada la calabaza. ¿Por qué no pruebas a combinarla con zanahoria y cebolla? En una cazuela grande pon un poco de aceite, añade las verduras cortadas a trozos y una pizca de sal, y cocínalas a fuego medio. Cuando estén blanditas añade agua (solo hasta cubrir las verduras), deja que hierva cinco minutos y bátelo hasta que quede un puré sin grumos.
  10. Pescado al horno. El pescado es buenísimo para el cerebro. Elige el que más te guste (salmón, merluza, dorada…) y colócalo sobre una “cama” de verduras y hortalizas. En una bandeja de horno pon un poco de aceite y coloca encima en este orden: una patata cortada en láminas, pimiento rojo y cebolla cortado en tiras y el pescado. Añade una pizca de sal y lleva al horno a 180ºC durante unos 15 minutos. Cuando la patata esté blandita, ¡ya lo tienes!

Contenido relacionado

magnifiercross