La capacidad de concentración es uno de los pilares más importantes en el rendimiento académico de los alumnos. Durante toda la vida, nuestros días y nuestros entornos están llenos de estímulos, lo que hace que concentrarnos sea mucho más complicado.
Los orientadores desempeñamos un papel clave a la hora de ayudar a los alumnos a mantenerse enfocados y comprometidos con lo que están haciendo.
Por ello, en este blog vamos a analizar algunas técnicas para optimizar la concentración de los alumnos en clase.
Crear un ambiente propicio
Un aula ordenada y organizada será clave para crear y mantener un entorno propicio para la concentración. Así, el espacio de aprendizaje estará libre de distracciones. La disposición de la clase debe facilitar la visibilidad y el acceso a todo el material de estudio. Además, se puede contar con elementos visuales que aporten calma y estimulen la concentración.
Establecer metas y objetivos claros para los alumnos
Esta técnica les brinda un sentido de propósito. Tener claros sus retos a corto y largo plazo contribuirá a mantener su motivación y su concentración. Los orientadores junto a los profesores debemos coordinarnos para asegurar que los objetivos de cada lección, asignatura o curso sean comunicados de manera clara y comprensible.
Utilizar técnicas para fomentar la participación
Como debates, estudios de caso o proyectos prácticos en equipo. La participación activa del alumnado no solo captura el interés y la concentración, sino que, además, fortalece la comprensión y la retención del material.
Implementar pausas activas
Las pausas activas son técnicas efectivas para revitalizar la concentración. Incoporar breves momentos de actividad física o ejercicios de relajación durante las clases más extensas les ayudará positivamente a mantener su energía y prevenir la fatiga mental.
Importancia del apoyo emocional en relación al rendimiento escolar
Las preocupaciones personales pueden ser uno de los factores que impide concentrarse a tus alumnos y a lo largo del tiempo pueden afectar de manera negativa a su rendimiento académico. Fomentar un ambiente donde los alumnos se sientan comprendidos, apoyados y respaldados contribuirá a su bienestar emocional y también a su motivación y concentración.
En el desarrollo de su carrera académica dicha concentración es clave y los orientadores jugamos un papel muy importante, enseñándoles técnicas efectivas y brindándoles un apoyo emocional continuo. Para así, ayudarles a alcanzar su máximo potencial profesional y personal.
