Es muy probable que aún no sepas por qué estudios decantarte. Que nadie te haga sentir mal por ello. No es fácil elegir entre tanta oferta. Y, encima, hay tantas profesiones tan nuevas, e incluso por nacer en los próximos años… Vamos por partes. Sigue estos pasos y, poco a poco, irás viendo luz al final del túnel.
No olvides anotar las conclusiones que vayas sacando en cada paso. A veces, tenemos ideas sueltas y nos cuesta hilarlas y relacionarlas unas con otras. Si reflexionas con ideas anotadas, llegarás a algo que te haga sentir seguro.
No sólo se trata de elegir en función de las materias que se te dan mejor y peor. Hay muchos aspectos de ti mismo que te ayudarán a elegir tu formación; por ejemplo, tu compromiso social, si te gusta el contacto con la Naturaleza, si eres sociable, si eres muy activo... Echa un vistazo a este post en el que ya abordamos la importancia de saber quién eres.
Reflexiona sobre aquellos campos profesionales que, a rasgos generales, te atraen, te son indiferentes o te provocan rechazo: ¿Tecnología? ¿Salud? ¿Política? ¿Finanzas? ¿Comercio? ¿El campo? ¿Los transportes? ¿El mar? ¿Las leyes? Te será más fácil si lo haces hablando con alguien: familiares, amigos, compañeros, el orientador de tu centro…
Es una exploración genérica, que no tiene por qué zanjarse en una única conversación o reflexión. Y ten en cuenta que prácticamente ninguna profesión va a ser ajena a la tecnología (desde la Medicina a la Abogacía) y que si eliges una carrera tecnológica, tendrá aplicación en múltiples campos.
En cualquier momento puedes leer algo o ver un vídeo que te puede hacer reflexionar sobre un campo profesional. Se trata de estar receptivo y no indiferente a lo que te rodea. Cualquier cosa a tu alrededor puede ser el disparadero de una vocación si tu mente está ‘en modo búsqueda’.
Si nunca has llamado a su puerta, es el momento. Los orientadores están habituados a escuchar este tipo de consultas y sabrán plantearte las preguntas adecuadas a las que sólo tú tienes respuesta. Además, están al tanto de nuevas titulaciones y profesiones, y te pueden abrir la mirada, además de ayudarte a enfocar la cuestión y cómo plantearla en casa.
Dedica un tiempo a navegar por las webs de las universidades y sus listados de titulaciones, y ve anotando aparte aquellas que te llaman la atención. No te dejes las privadas, porque suelen tener titulaciones nuevas, conectadas con las necesidades de las empresas.
Indaga en los planes de estudios y asignaturas de aquellas carreras que hayas anotado. Están disponibles en las propias web de las universidades. Es importante para ver si conectas con ellas -o con alguna de ellas- o, por el contrario, sientes que eso no va contigo.
Busca la última nota de corte de las carreras que te han interesado. Te vendrá bien para saber si tienen mucha demanda.
Consulta los informes de empleabilidad de las carreras que te atraen. Basta con poner en Google “empleabilidad” y el nombre de la carrera, o buscar informes de “empleabilidad” o “inserción laboral” de las titulaciones universitarias en general.