• ¿A qué dedican el tiempo libre nuestros adolescentes?

¿A qué dedican el tiempo libre nuestros adolescentes?

¿A qué dedican el tiempo libre nuestros adolescentes?

La gestión del tiempo libre de los adolescentes suele ser un tema que preocupa bastante a las familias y a los educadores. En este sentido, es importante aclarar que en este artículo vamos a diferenciar el concepto de ‘ocio’ del de ‘tiempo libre’.  

Entendemos este último como las horas que están fuera de las obligaciones personales: horario escolar, trabajo o tareas domésticas. Por ejemplo, sería el tiempo de traslados entre casa y centro escolar o el tiempo que ellos a veces expresan como “estar sin hacer nada, tirados o pasando el rato”. Es el tiempo que están “aburridos”, “sin ocupación alguna”.  

Cuando hablamos de ocio nos referimos al tiempo dedicado a las actividades que se eligen libremente y que proporcionan momentos de satisfacción y disfrute personal.  

Así, en el año 2019 el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la  Fundación FAD Juventud hizo un estudio denominado “Jóvenes y ocio: nuevos retos, nuevas respuestas” sobre el ocio de los adolescentes y jóvenes.  

En ese momento la actividad que realizaban los jóvenes con más frecuencia (el 74,6%) estaba centrada en el ocio digital (chatear o navegar por internet), mientras que actividades tradicionalmente más propias de los jóvenes, como las salidas a bares o discotecas, pasaban a tener una frecuencia del 22,7%. Las siguientes actividades más realizadas eran ver series o películas en plataformas digitales (el 68,5%) y, en tercer lugar, estar con los amigos (54,6%). Estos datos ponen de manifiesto el importante cambio que ha supuesto para el ocio de los jóvenes la era digital. 

En 2022 el mismo organismo hizo otro estudio llamado “Consumir, crear, jugar. Panorama del ocio digital de la juventud”. De él destaca que el ocio digital está enormemente integrado en la vida diaria de nuestros jóvenes. 4 de cada 5 hacen uso diario del mismo con una media de 6,95 horas diarias. El 42,5% de los encuestados disponen de entre 4 y 6 dispositivos diferentes y algo más de un tercio dispone de más de 6 equipos. Entre los dispositivos destacan el smartphone, el ordenador portátil, la smart TV, las tabletas y la consola. De ahí que el 77,1% reconoce hacer un consumo múltiple, usando más de un dispositivo a la vez. El consumo de contenido en redes sociales y las actividades de tipo audiovisual a diario están enormemente generalizadas (53,7%) Los videojuegos también son muy habituales (fundamentalmente entre la población masculina). 

Todos estos datos nos ayudan a tener una visión general de cómo es el ocio actual de nuestros jóvenes. Volviendo a la definición que hicimos al principio de ‘tiempo libre’ nos deberíamos preguntar: ¿tienen nuestros adolescentes tiempo libre o lo ocupan siempre con ocio digital? ¿Se han perdido lo momentos de aburrimiento, esos momentos en los que se desarrolla la creatividad, la imaginación?  

Abordar estos términos es importante en nuestro trabajo con los alumnos. Ayudarles a analizar el uso que hacen de su ocio y más en concreto, de su ocio digital y la repercusión que tiene el mismo en su vida académica y personal es uno de nuestros principales retos.  

Cuando se atienden a familias preocupadas por este tema deberíamos analizar con ellos un poco más: ¿Cuánto tiempo destinan los padres al ocio digital? ¿Tienen ‘tiempo libre’ o lo ocupan también pendientes de un dispositivo? Muchas veces se enmascara ese uso con “necesidades laborales”, que parece que todo lo justifica.  

Sin embargo, en los centros educativos deberíamos ayudar a las familias a reflexionar en este sentido: ¿cómo es su ocio?, ¿qué alternativas de ocio ofrecen a sus hijos?, ¿hay algún tipo de consigna en la casa para el uso de dispositivos: uso en la mesa, uso en el dormitorio a la hora de dormir…?, ¿hay algún tipo de ocio compartido no digital: deporte, juegos de mesa, participación en actividades culturales, viajes, contacto con la naturaleza…?  

Una vez más es interesante recordar que, en esto del ocio, los adultos volvemos a ser el mejor ejemplo para nuestros jóvenes.

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