• Consejos para abordar una entrevista con padres

Consejos para abordar una entrevista con padres

Consejos para abordar una entrevista con padres

La vida nos la jugamos en las relaciones, de eso no cabe duda. En el caso de nuestro trabajo, las entrevistas con padres pueden ser un auténtico paraíso o un auténtico infierno. Aquí van algunas ideas para abordarlas:

 

  1. Dedica un minuto antes de empezar la entrevista para tomar conciencia de cómo estas y, por tanto, cómo vas a poder estar en la charla con los padres. Intenta dejar en la puerta tu mochila personal cargada de emociones, expectativas, prejuicios, preocupaciones, creencias erróneas… Si no puedes deshacerte de ella, solo con darte cuenta de que va pegada a tu espalda, ya es sanador.

 

  1. Respeta a las familias y sus ritmos: su estructura, su forma de ver la vida y la educación, sus sueños, su historia… No todos somos iguales. No hay un modelo de familia único y perfecto. Cada vez somos más ricos porque somos más diversos.

 

  1. Cuida tu entusiasmo y tu pasión por esta vocación tan especial. Sentir la tarea educativa como un regalo, como una forma de poder seguir creciendo como persona y de ayudar a crecer a otros. Vas al encuentro de los padres para generar un espacio de crecimiento, no de confrontación. Las expectativas que llevas se convierten en la realidad de la situación. Es diferente entrar con las “armas cargadas” que entrar con las “manos abiertas”. Esto último te hará entender desde dónde habla quien tienes enfrente. También está relacionado con ¿desde dónde hago lo que hago? Los motivos que me incitan a la acción son los que dan la energía para llevarla a cabo.

 

  1. ¿Has escaneado tu cuerpo? Nuestro rostro y expresión, nuestra postura, nuestro gesto, nuestro movimiento… El lenguaje no verbal evidencia lo que hay en nuestro pensamiento y en nuestra emoción. De lo que queremos comunicar sólo el 7% fluye a través de la palabra y el 93% restante lo comunicamos a través de nuestro lenguaje no verbal del que, a veces, tenemos poco control. Hazte consciente de él y aprende a leer el de los que tienes frente a ti.

 

  1. No te enredes. Cuidado con proyectar en los demás tus miedos, tus creencias, tus limitaciones, tus ilusiones… ¿Qué es lo que traigo, en mi cabeza y en mi corazón desde fuera de la sala y que me puede estar afectando hoy a mi desempeño? Lo que ha sucedido en lo personal afecta a lo que sucede en el trabajo y viceversa. Es importante ser conscientes y mantener la alerta. También es clave mantener a dieta las primeras impresiones, que ya sabemos que muchas veces nos limitan.

 

  1. Establece cuál es el objetivo de la reunión: qué quieres comunicar y qué decisiones implica. Antes de concluir resume lo hablado, establece unos acuerdos y, si es el caso, un tiempo para la revisión. Haz seguimiento.

 

  1. Escucha con los oídos, con la mirada y con el cuerpo. Escucha activamente. Haz preguntas, aclara, matiza. El poder de la pregunta es inmenso, utilízala para que el otro se exprese y tú puedas hacerte una idea completa y global de lo que se ve y de lo que no se ve, pero está presente.

 

  1. ¿Tengo interés en la sesión que voy a empezar? Tengo en mis manos la posibilidad de colaborar en la educación integral de una familia, de aportar, de sumar… o puede no tener interés o que mi interés no tenga fines tan positivos (quizá quiero que “estos padres se enteren”, reprochar, recriminar…) ¡Eso es demoler! Nos hacemos con las personas que nos relacionamos, nos hacemos nosotros y se hacen ellos. ¡Hagámonos bien!

 

  1. Paz y calma. Debemos ser expertos en esto. ¿Ha sucedido algo que tengo que retomar o reparar? Solo se puede hacer desde la calma, tanto para reconocer lo propios errores, como para hacer de espejo de los errores del otro. Aceptar, validar y legitimar situaciones y emociones son claves que tenemos que controlar. A partir de ahí, es fácil reconducir.

 

  1. Pregúntate finalmente si te ha servido y les ha servido. Todo encuentro es una oportunidad de crecer y es una oportunidad de acompañar el crecimiento.

Comparte