Cuando las cosas no salen como esperamos

Entramos en la época valle del curso.
Ha pasado el primer trimestre y nuestros alumnos han cogido el ritmo y saben, más o menos, cómo deben hacer frente a cada asignatura. También han tenido los primeros resultados, esos que hacen de espejo, y permiten que valoren si el trabajo hecho hasta ahora es eficaz o no. Así, ahora encontramos tres grandes grupos de alumnos:
- Los que se han adaptado bien y, por tanto, sus resultados son buenos y acordes con lo esperado. Para ellos el reto ahora es ser constantes y, si se puede, buscar la excelencia.
- Los que no han sabido ajustarse y han tenido resultados mediocres. En este caso toca analizar qué han hecho bien y qué áreas deben mejorar para remontar en el siguiente trimestre. ¿Es una cuestión de trabajo en casa?, ¿de planificación?, ¿de optimizar el trabajo en clase? Si hacen un buen análisis y establecen un buen plan de mejora, podrán optimizar los resultados en la siguiente evaluación.
- Los que han obtenido resultados muy negativos y empiezan a atisbar que se tambalea conseguir su objetivo de este año escolar. Éste puede ser diferente en función del curso: puede que se les complique la promoción; puede ser que teman la Titulación de ESO si han agotado las posibilidades de repetición; en el caso de 2º Bachillerato, puede que no les vaya a dar la nota para acceder a los estudios de grado que quieren…
La tercera situación puede ocasionar que los alumnos entren en una visión túnel y se vengan abajo. Así, con ellos habría que trabajar:
- Evitar los dramas. Es normal tener un momento malo en el que deben liberar rabia, pero no deben estancarse en eso. Una vez superado ese momento, hay que ayudarles a orientar las energías en buscar soluciones, no en ahondar en el barro.
- Recordar que las notas no son lo que les define, puesto que ellos son más que sus notas. Evitar mensajes y auto mensajes del tipo: “eres un vago” y cambiarlos por “podrías haber trabajado más”.
- Valorar la situación como una oportunidad para aprender y crecer como persona. ¿En qué me estoy equivocando? Si hay algún resultado positivo, ¿qué responsabilidad tengo yo en esa asignatura?, ¿por qué no he podido generalizarlo al resto?
- Analizar juntos dónde ha estado el problema: ¿las metas eran muy altas e inalcanzables?, ¿hay falta importante de estudio?, ¿de comprensión? Hacer un buen análisis de este punto es clave para saber dónde incidir a la hora de buscar soluciones.
- Establecer un plan de intervención realista y ajustado:
- Si hablamos de alumnos de 2º Bachillerato que no les va a dar la media, valorar:
- Si se puede compensar las notas más bajas con otras más altas para subir la media.
- Valorar alternativas: ¿Cambiar de Universidad?, ¿buscar estudios parecidos que luego permitan el paso convalidando asignaturas?, ¿acceder a una FPGS que luego de acceso a esos estudios?, ¿ir a otra Comunidad Autónoma?, ¿hacer el curso en 2 años para subir la media y luego preparar bien la EvAU…
- Si es un problema de número de suspensos, plantear alternativas en función de las posibilidades:
- ¿Se pueden recuperar? Establecer un plan de intervención para la recuperación.
- ¿Se puede compensar con otras evaluaciones? Hablar con el profesor para ver cómo hacerlo.
- Si superar el curso parece difícil, en cualquier caso, dejar directamente dos asignaturas para centrarnos en el resto e intentar superar el curso, sabiendo que el año que viene habrá que recuperar éstas.
- Si hablamos de alumnos de 2º Bachillerato que no les va a dar la media, valorar:
En cualquier caso, es momento de recordar que abandonar nunca es opción. Siempre hay alternativas, a veces sólo hace falta tener la cabeza tranquila para poder encontrarlas.
Blanca Nieto Rico
Orientadora escolar.
Comparte