De microcomportamientos o de capacidad para el proyecto de vida

Viktor Frankl, neurólogo, psiquiatra y filósofo austríaco, fue fundador de la logoterapia y del análisis existencial. Sobrevivió a varios campos de concentración nazis. Él decía que al ser humano puede arrebatársele todo, excepto la elección de su actitud en cada momento. A veces, no se puede decidir sobre lo que sucede, pero sí sobre cómo me posiciono ante lo que sucede.
Las redes sociales nos llenan de imágenes y propuestas que nos animan a ser felices y optimistas. Pero, una cosa es compartir una consigna positiva y otra, muy diferente, convertirse en una persona positiva. Del dicho al hecho…
Lo mismo sucede con el proyecto de vida, algo grande e ideado a largo plazo. Una cosa es acometer un proyecto de este tipo y otra, comenzar por pequeños y sencillos gestos de la vida cotidiana.
¿Te animas a probar alguno de estos microcomportamientos? Luego, si te dan resultado, comparte los que consideres con tus alumnos:
- Haz dos listas para guiarte:
- Diez cosas que hacer antes de morir.
- Diez motivos por los que la vida merece la pena.
- Empieza a aprender eso que llevas años queriendo aprender.
- Invita a un café a las cinco personas más increíbles que conozcas.
- Imprime las veinte fotos más inspiradoras de tu vida, por divertidas, por sugerentes, por interesantes, por emotivas… por lo que lo sea.
- Sorprende a una persona al mes. No tiene que ser con algo grande, lo sencillo también puede ser sorpresivo.
- Siempre que te acuerdes de alguien, házselo saber.
- Organiza ese viaje que te ilusiona.
- Abraza a tus padres cada vez que los veas o tráelos a tu memoria si ya no están.
- Escribe una carta de agradecimiento. Sé agradecido por todo.
- Pregunta con frecuencia a las personas con las que coincidas: ¿qué fue lo mejor de tu semana? Te sorprenderán las respuestas.
- Dedica unos minutos al día a no hacer nada, pero nada.
- Compra un libro del tema que más te fascina.
- Un día, prueba a salir a la calle sin móvil ni reloj.
- Piensa cinco cosas gratuitas que podrían mejorar tu vida desde hoy.
- Mejora el día de las personas que te atienden.
- Envía este mensaje importante a esa persona que tú sabes: “Aunque no te lo diga mucho, ¡te quiero!”
- Pon otra mirada sobre las cosas. Los cambios sutiles en la percepción transforman la vida.
- Confía.
- Eso que te acaban de decir y te revuelve, no te lo tomes de forma personal. Pon distancia.
- Camina por la naturaleza, es una gran cura.
- En lo que acometas, pon lo mejor de ti mismo.
- La perfección no existe y genera mucho “lío mental”. Con que esté bien, es suficiente.
- Disfruta el camino, el viaje, el proceso.
- Calma, ¿para qué tienes tanta prisa?
- ¿Con qué te quedas del momento presente que estás viviendo?
¿Añadirías alguno más? Los grandes proyectos se despliegan en pequeños pasos o tareas a acometer. Así sucede con el proyecto vital, para configurarlo y gestionarlo, hay que comenzar con pequeños pasos. Pasos sencillos que se convertirán en gigantes.
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