Hábitos que hay que abandonar

Los hábitos son rutinas que conforman nuestro día a día. Hay hábitos que nos ayudan a crecer y progresar y otros que nos restan y consumen nuestra energía. Auto obsérvate como adulto y ayuda a tus alumnos a que lo hagan también ellos.
Mira algunos de los que quizá tengas que abandonar o controlar:
- No saber para qué me levanto cada día. No tener objetivos y metas claras. No tener claro mi ikigai, mi propósito de vida, pero también mi propósito para hoy. ¿Te levantas y esperas que el día pase sin un fin claro, con lo que quiera o pueda depararte? ¿O eres parte activa de todo lo que sucede, siendo creador de tu destino, de tu suerte, de lo que está en tu mano?
- El sedentarismo físico y mental. No mover tu cuerpo ni movilizar tu mente. Esto tiene que ver con no hacer ejercicio físico, de alto o bajo impacto. Y también tiene que ver con no plantearte nuevos retos a superar. Con no ser capaz de desafiar la mente, tu mente. Estos desafíos te llevarán a aprender cosas nuevas, a atreverte, a reflexionar…
- Las adicciones con sustancia y las de sin sustancia. Ser adicto al tabaco, al alcohol, a las drogas… ya sabemos que es altamente perjudicial y peligroso. Pero son igualmente dañinas también las adicciones a personas tóxicas, a relaciones tormentosas, a situaciones siempre al límite, a estados anímicos de vértigo…
- La falta de pausas o de espacios de meditación o, simplemente, de silencio. No proponerte momentos de actividad conjugados con momentos de descanso, de pausas en tu vida diaria. Nuestro cerebro necesita momentos de calma y serenidad, tiempos de silencio y de silenciamiento.
- No saber decir “no”. Decir “no” cuando es necesario, de forma asertiva y respetuosa con el otro, tiene que ver con: valorar tu trabajo, tu tiempo, tu persona, tener control sobre tu vida, mejorar tu autoestima, no estar “vendido” a los caprichos o necesidades del otro, autoafirmarse…
- Comer en lugar de nutrirse. Comer es una necesidad fisiológica, nutrirse es una necesidad vital. La nutrición influye en todo lo que respecta a nuestra persona. Deja huella en nuestro rendimiento, en nuestro estado de ánimo, en nuestra energía vital, en nuestra capacidad de tomar decisiones…
- La desorganización. No tener un horario, listas de tareas, confiar en la falsa multitarea… todo esto resta tiempo y fuerzas para acometer el día y tener sentimiento de eficacia y de autoeficacia.
¿Qué otros hábitos se te ocurren que deberías abandonar? Y tus alumnos, ¿de qué deberían ser conscientes en este sentido?
Dori Díaz Montejo
Psicóloga Educativa y Orientadora.
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