La dopamina, ¿una aliada para la EvAU?

Se acerca el gran momento, nuestros alumnos se llenan de tensión, parece que les va la vida en ello. ¡Un poco sí! Cierto es que se juegan mucho. A continuación, algunos consejos, muy sencillos, para afrontar la EvAU.
Empecemos por contar y aclarar que la dopamina es conocida, vulgarmente, como el neurotransmisor de la felicidad. Sin embargo, también proporciona placer y relajación, ¿podemos estar ante un cóctel o maridaje más perfecto? Además, interviene en procesos de memoria y aprendizaje porque regula los recuerdos. ¡Toma ya! ¡Qué potencia! Tener las reservas de dopamina a tope antes de la EvAU es obligatorio. Dicho todo esto, es importante orientar a los chicos y chicas sobre dónde y cómo generarla.
Hay una dopamina “natural” que se activa con el amor (por algo es el neurotransmisor de Cupido), con el contacto físico, el ejercicio y el deporte, la buena comida, el disfrute de la naturaleza, la exposición al sol, el aprendizaje… ¡Pues no es tan complicado! Animemos a nuestros alumnos a tener este tipo de rutinas.
Pero ¡ojo!, cuidado con la dopamina no tan natural, “artificial” más bien, que se genera: consumiendo alimentos ultraprocesados, bebidas azucaradas o energéticas, alcohol, tabaco, cafeína; cayendo en las compras compulsivas; usando en exceso las redes sociales y los dispositivos móviles… Este tipo de dopamina genera adicción y con ella todo el proceso, sea la adicción que sea. Si te fijas, son conductas y hábitos, a las que algunos de nuestros alumnos, son muy propensos y recurren con mucha frecuencia, sobre todo, en épocas de estrés. Hay que advertirles de sus riesgos y de lo insano de sus consecuencias.
Las adicciones generadas por estas sustancias o conductas siguen el patrón cíclico propio de ellas y entrampan a adolescentes y adultos, cebándose especialmente en épocas de tensión y debilidad. Veamos cómo es este ciclo:
- Malestar emocional.
- Deseo de alivio.
- Preocupación.
- Conducta compulsiva.
- Alivio del malestar a acorto plazo.
- Consecuencias negativas.
- Sentimientos de culpa, vergüenza…
- Aumento del malestar.
Y vuelta a empezar…
Ayudar a nuestros alumnos a saber buscar bienestar emocional adecuado, les sale mucho más barato y es más sostenible, a largo plazo. Observarse, conocerse y autorregularse son tres claves fundamentales para saber qué me ayuda y qué no. Además, no olvidemos que las conductas y actitudes que nos perjudican, en ocasiones, tenemos la habilidad de disfrazarlas con mil formas, colores y luminosos.
¡Dale a la dopamina, de la buena! ¡No te enredes!
Dori Díaz Montejo
Psicóloga Educativa
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