La rueda de las emociones. ¡Qué ruede!

Sobre el tema de las emociones se han escrito ríos y ríos de tinta. Y no es de extrañar, siendo un tema tan fundamental para el ser humano y en el cual nos jugamos la vida. ¿No crees? Analiza, si no lo ves claro, tu día a día. Puede ser un auténtico paraíso o un verdadero infierno, dependiendo de lo que te pase y, sobre todo, de cómo vivas lo que te pase. Desde qué posición emocional.
Varios autores han estudiado esta dimensión del ser humano, la emocional.
Según los estudios de Daniel Goleman (1985), psicólogo, periodista, escritor y divulgador científico, famoso por su libro “Inteligencia Emocional”, seis son las emociones básicas: miedo, tristeza, ira, felicidad, sorpresa y aversión.
Paul Ekman (1984), psicólogo estadounidense habla de un reducido número de emociones básicas y universales, él habla de ocho: tristeza, alegría, ira, temor, deseo, asco, interés y sorpresa. Para él, estas emociones tienen un carácter marcadamente biológico y hereditario. Y además las relaciona de forma muy directa con la expresión facial a través de las que se muestra cada una de ellas.
La rueda de las emociones de Robert Plutchik es un modelo teórico que describe ocho emociones básicas que se combinan para producir una variedad de emociones humanas. Fue propuesta por este psicólogo estadounidense en la década de 1980.Las ocho emociones básicas de la rueda de las emociones de Plutchik son: alegría, confianza, miedo, sorpresa, tristeza, disgusto, ira y anticipación.
Cada una de estas emociones, en cualquiera de los modelos teóricos mencionados, se consideran básicas, innatas, universales (no sometidas a condicionantes culturales), presentes desde el nacimiento y con una clara función principal; la supervivencia. De la combinación de estas surgen las emociones secundarias, que dependen del entorno y la cultura. Se desarrollan a partir de los 2-3 años de edad, son aprendidas y cubren otras funciones diferentes a la mera supervivencia del sujeto y de la especie.
La rueda de las emociones de Plutchik dibuja para cada emoción una emoción opuesta en la rueda. Por ejemplo, la emoción opuesta a la alegría es la tristeza. Y para cada emoción hay unas cuantas secundarias a ella, dependiendo de la combinación que se dé. Por ejemplo: Sorpresa + Tristeza = Decepción. Tristeza + Asco = Remordimiento. Asco + Ira = Desprecio. En este sentido, los colores nos ayudan a trabajar sobre ellas. La cuestión es que poner nombre a las emociones hace que éstas desciendan su intensidad al 50%, identificarlas y nombrarlas es el primer paso.
Hay muchas dinámicas y formas de trabajar con esta rueda. Es toda una inversión dedicar tiempo al conocimiento y gestión del mundo emocional. ¡Qué gire la rueda!
Dori Díaz
Psicóloga Educativa
Comparte