• La Venta de Johari

La Venta de Johari

La Venta de Johari

Favorecer el autoconocimiento de nuestros alumnos es una de las labores más importantes a la hora de trabajar la Orientación Vocacional en los centros educativos.

De hecho, suele ser el primer paso de cualquier Plan de Orientación Académico y Profesional. Simplificándolo mucho sería: conócete, recaba información de opciones de futuro acordes a tus intereses y toma decisiones. Como orientadores no siempre hacemos esta labor de forma directa con los alumnos, sino que se realiza a través de los tutores en las sesiones de tutoría.

Una opción para trabajar este autoconocimiento es la conocida “Ventana de Johari”. Esta herramienta nos permite conocernos mejor a nosotros mismos a partir de nuestra imagen y de la información que nos ofrecen las personas de nuestro entorno. Porque como dice Jorge Bucay: “Imposible terminar de conocerse sin otro”. Así, hay que tener en cuenta que toda persona tiene 4 dimensiones o cuadrantes en su forma de ser:

Imagen tomada de www.actitudespositivas.com

 

La adolescencia es una etapa en la que la opinión que tienen los demás sobre nosotros cobra especial importancia, de ahí que consideremos especialmente interesante trabajar con los alumnos esta dinámica. Una vez explicados los cuatro cuadrantes de la Ventana de Johari a los alumnos, se pueden hacer diferentes actividades para trabajar a través de ella. A continuación ofrecemos algunas propuestas:

  1. Cada alumno escribe aquellas características que considera que más le representan (al menos 10). A continuación, el tutor organizará grupos reducidos (4 personas máximo) donde cada alumno compartirá esa lista con sus compañeros (se puede llevar a casa y compartir con la familia). Cada uno de los miembros del grupo revisará la lista de los demás y, si lo considera oportuno, añadirá aspectos que falten. De igual manera, pondrá un asterisco en aquellas características que estén escritas y con las que estén de acuerdo. Una vez revisadas todas las listas, cada alumno recibe la suya y montará su propia Ventana de Johari siguiendo este esquema: En el perfil público se incluye las marcadas tanto por el alumno como por al menos otra persona; en el ciego las que ha incluido otro pero que no estaban en la lista inicial; en el oculto las que indicó el alumno pero nadie más marcó. En el área desconocida se puede incluir aspectos que no se hayan ubicado antes. Por último, se les puede pedir que se planteen qué pueden hacer para ampliar el área pública.
  2. Se pide a los alumnos que respondan a la pregunta “Yo soy…” y establecen un listado de características. A continuación se les pone por parejas y se les pide que, durante tres minutos uno de la pareja responda al otro a la pregunta “Me resulta obvio de ti”, mientras que el otro toma nota sin poder replicar ni decir nada. Durante los tres minutos siguientes se cambia de rol. A continuación, se comenta la experiencia con los alumnos: ¿cómo os habéis sentido mejor, al hablar o al escuchar?, ¿os habéis sentido reflejados en lo que habéis escuchado?, ¿habéis aprendido algo de vosotros que estuviera en el área ciega? Una vez terminada la ventana, se propone que los alumnos hagan su propia ventana.
  3. En este enlace, hay una propuesta muy sencilla que se puede aplicar tanto para trabajar en el aula como para el trabajo personal de cada uno de nosotros.

Terminamos con una reflexión válida para alumnos, padres, profesores y orientadores. Como dicen en el vídeo: la luz a tu vida solo entra por el cuadrante del “yo libre”. Así que piensa, ¿qué estás dispuesto a hacer para abrir ese cuadrante?

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