• Lo importante en la vida no cuenta para la media

Lo importante en la vida no cuenta para la media

Lo importante en la vida no cuenta para la media

El otro día me planteaban estas dos preguntas:

– Si te dijese que te doy, ahora mismo, un millón de euros, ¿qué dirías?

– Si te dijese que te doy, ahora mismo, un millón de euros a cambio de que hoy fuese el último día de tu vida, ¿qué dirías?

Las respuestas pueden ser múltiples y variadas, pero, en general, la población diría SÍ a la primera y NO a la segunda. Así que es importante que recordemos, mañana al levantarnos, que nuestra vida vale mucho, pero mucho. Más de un millón de euros, ¿no? Que nuestra vida es valiosa, muy valiosa, más allá de lo que haya en ella, de las cosas que sucedan y de las consideraciones que hagamos. Nuestra vida vale mucho. ¿No crees?

Ahora bien, hay momentos en la vida, en que parece que una nube gris se muda a la parte alta de nuestra cabeza y nos acompaña a todas partes. Esa nube nos hace olvidar que el cielo siempre está por encima y siempre es azul, y que las nubes pueden ser, más o menos oscuras, pero son pasajeras y dejarán brillar, tarde o temprano, de nuevo al sol.

Algo parecido a esto de la nube gris, les sucede a nuestros alumnos en 2º de Bachillerato. A veces a nuestros alumnos y, a veces, también a su entorno más cercano. Y en esos momentos, también pierden de vista que su vida es mucho más que sus estudios, que su momento vital, que sus nervios e incertidumbres, que sus miedos, que sus exámenes, que la EvAU… Y que si hoy, fuese el último día de su vida, no dedicarían su tiempo y su energía a cosas poco importantes, sino a cosas muy trascedentes.

Muchas de esas cosas trascendentes son las que nos sujetan a la vida y nos sostienen cuando la nube gris, o negra, decide hacer mudanza a la parte alta de nuestra cabeza. Muchas de esas cosas importantes están siempre y por ello, no las prestamos atención o no nos percatamos de su valor, incalculable. Esas cosas no cuentan para la media, pero son el TOP de nuestra vida, nuestra auténtica matrícula de honor. ¿Algunas de ellas? Mira a ver y añade las que tú creas que lo son en tu vida y las que lo son para los alumnos a los que acompañas. No cuenta para media, pero ¡es la caña!:

– Enamorarse.

– Los amigos.

– Mis padres, mis abuelos, mis hermanos…

– Mi música favorita.

– ¡El móvil!

– Las celebraciones y fiestas.

– La paz, la de adentro y la de afuera.

– Mi comida preferida.

– Los recuerdos de la infancia.

– Aquel día…

– … Y aquel otro.

– Y ese preciso momento en que…

– El deporte que más me gusta.

– El mar, la montaña.

– La lluvia, el sol, la nieve.

– Las estrellas y las noches de verano.

– Dormir… ¡mucho y hasta tarde!

– Ver amanecer… o atardecer.

– …

Dori Díaz Montejo

Psicóloga educativa

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