• Mens sana in corpore sano

Mens sana in corpore sano

Mens sana in corpore sano

“Mens sana in corpore sano” es la expresión latina más repetida en todos los tiempos y algo aparentemente asumido y comprendido por toda la sociedad. Mantener una dieta saludable y equilibrada, tener un hábito de sueño de mínimo 8 horas diarias, practicar ejercicio, evitar el consumo de sustancias nocivas para el cuerpo, mantener una higiene personal y ambiental correcta y mantener actividad e interacción social son algunos de los hábitos saludables reconocidos por la OMS y conocidos por todos. En los colegios, esto se trabajar de forma transversal desde Educación Infantil hasta Bachillerato.  

A los Departamentos de Orientación nos corresponde apoyar este trabajo con una visión un poco más amplia. Cuando hablamos de cuidar cuerpo y mente nos referimos también a cuidar aspectos como:  

Cuidar la velocidad y la sobrecarga de actividades.  

Vivimos en una sociedad multitareas en la que hacer varias cosas a la vez con una satisfacción inmediata parece lo normal. Recordar la filosofía “slow”, esa que propone tomarse el tiempo necesario para producir algo de calidad, disfrutar del proceso y adaptarse al ritmo natural de las cosas, esa que es una alternativa a la multitarea, al hacer todo rápido y sin mucho control es fundamental hoy.  

Parar, priorizar, organizar, preparar, saborear… parecen verbos fuera del vocabulario de nuestros jóvenes. La inmediatez en la que se vive actualmente es contraria a esto y supone, en muchos casos, vivir en el futuro más que en el presente. Y como bien sabemos, cuando se vive siempre en el futuro, los niveles de ansiedad se disparan. Animar a nuestros alumnos a calmar la mente, parar y planificar, organizar, ofrecer experiencias de silencio y pausa es uno de los grandes retos de los centros educativos hoy. 

Confiar en uno mismo, en sus capacidades, en sus fortalezas.   

Cuanto más conozcan cuáles son sus aptitudes, mejor podrán trabajar para potenciarlas y mayor será su satisfacción personal. Hacer ejercicios tipo DAFO personal, por ejemplo, es un buen método para trabajar el autoconocimiento. Juan Bellido, psicólogo, docente y Coach, en su libro “Coaching Educativo”, ofrece otras alternativas para el acompañamiento de los jóvenes como son la ‘Rueda de la Vida’ o’ Quiero-puedo-debo’. 

Cuidar de que se alimenta la mente.  

Qué vemos cada día: ¿solo pantallas o libros escolares?, ¿paramos en algún momento a fijar la mirada en la naturaleza?, ¿cerramos los ojos y les permitimos descansar?  

Y qué escuchamos cada día: tipo de música, conversaciones, programas o series… Aquello que nutre nuestro cerebro es lo que hace que este se vaya creando. Por tanto, su respuesta natural a las situaciones estará condicionada por aquello que le hemos mostrado como normal.  

Conocer y reconocer emociones y sentimientos en uno mismo y en los demás. 

Saber que cuando uno está cansado tiene menos paciencia, cuando uno está preocupado es más vulnerable, que cuando uno está triste tiende a la apatía… ayuda a responder de forma más coherente las diferentes situaciones…  

 

En definitiva, cuidar el cuerpo y la mente parte de los hábitos básicos ya enumerados y conocidos por todos, pero no se puede quedar ahí. Desde los centros escolares en general, y en los Departamentos de Orientación en particular, debemos enseñar a los alumnos a avanzar más en ese cuidado. Así seguiremos trabajando en el desarrollo integral de todas sus capacidades.

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