S.O.S. Tengo un hijo que se presenta a la EvAU, ¿qué hago?

Cuando nuestros alumnos llegan a 2º Bachillerato su vida generalmente cambia, y este cambio no solo les afecta a ellos, sino que incide en todo su entorno familiar. Y llegados a este punto, en el que la EvAU se acerca, la repercusión es aún mayor. Así, en los Dptos. de Orientación entramos en un momento donde las familias acuden a nosotros para ver cómo pueden ayudar a sus hijos en este momento.
Nuestra orientación siempre suele ir encaminada en dos sentidos: tener mucha paciencia y mostrar a los hijos que tienen su apoyo y que confían en ellos. Para concretar estas dos facetas, podemos ofrecer a nuestras familias estas pautas que se irán aplicando en diferentes momentos:
Meses antes de la prueba.
- Entender cuál es la prioridad del alumno y facilitar que pueda centrarse en sus estudios. Para esto es fundamental tener la capacidad de flexibilizar los planes familiares y facilitar que el alumno pueda compaginarlos bien con el trabajo académico.
- Buscar los momentos para poder tener con ellos conversaciones profundas en las que les puedan decir cuál es su proyecto de vida, qué van a querer estudiar para alcanzarlo y ayudarles a tener siempre pensado un plan B, un plan C… por si finalmente las cosas no salen cómo se espera.
- Respetar los espacios y el entorno de estudio. Si su hijo prefiere estudiar en casa, favorecer un buen clima de trabajo.
- Conocer cómo es la prueba: fecha y lugar en la que la va a realizar. Qué es la fase obligatoria y qué la fase voluntaria. A qué asignaturas se pueden presentar en cada fase. ¿Qué asignaturas ha elegido su hijo para la fase voluntaria? ¿Cuánto le ponderan para lo que quiere estudiar?
La semana antes
- Preparar con ellos la documentación que van a tener que llevar: DNI, matrícula…
- Ir juntos a la universidad donde se realiza la prueba en el mismo horario y de la misma manera que van a ir sus hijos (coche, transporte público…). Así pueden valorar cuánto tiempo se tarda, qué tráfico se pueden encontrar…
- Conocer el espacio donde tendrán los exámenes. Acompañarlos al aula donde se van a examinar. Que tengan localizados los baños, la cafetería, dónde pueden coger agua… Tener esta información les da seguridad ante una situación que, de por sí, ya es desconcertante.
- Ayudarles a relativizar la situación. Esto no es un todo o nada. Si les surge la idea de abandonar “no llego, no puedo, mejor lo hago en otro momento con más tiempo…” acoger su angustia y animarlos a que lo intenten. Llegados a este punto, solo hay un camino: ir a por todas.
- Respetar momentos de estudio, de descanso, de sueño, de alimentación… Intentar que mantengan su rutina en estos aspectos.
- Generar un clima de calma y serenidad en casa. Evitar regodearse en lo que se podía haber hecho (“si el año pasado hubieras trabajado más, ahora no estarías tan presionado para sacar mejor nota”), y centrarnos en el esfuerzo que hace en ese momento.
El día antes
- Preparar juntos lo que va a llevar: almuerzo, agua, documentación, pañuelos, móvil con batería, ¿calculadora?…
- Evitar trasladarles nuestro nerviosismo.
- Al final de la tarde, fomentar la organización de un plan que ayude a desconectar y oxigenar la mente: hacer deporte, ver una serie juntos, cenar algo especial…
Durante la EvAU
- Evitar el “control digital” mientras están haciendo las pruebas. Estar pendiente de si escriben, pero no bombardear con mensajes y preguntas sobre cada examen.
- Al llegar a casa, evitar interrogatorios y dejar que cuenten lo que necesiten en ese momento: cómo se han sentido, anécdotas… Respetar su espacio.
- Diferenciar los nervios de los padres de los del alumno.
- Evitar comentarios derrotistas o negativos si algún examen no ha salido como se esperaba. En este caso, apoyarles siempre.
Después de la EvAU
- Favorecer que tengan un tiempo para la desconexión: un pequeño viaje, una salida con sus amigos…
- Evitar seguir hablando de la prueba, sobre todo si le genera malestar. Ya está todo hecho, solo queda esperar.
- Tanto si obtienen los resultados que esperan como si no, reflexionar juntos sobre estos aspectos:
- Que se ha aprendido de esta situación.
- Las calificaciones no son lo que les define. Sean buenas o malas, ellos son mucho más que sus notas.
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