Universidad y necesidades educativas especiales, ¿compatibles?

El paso del colegio-instituto a la universidad genera incertidumbre a todos los alumnos, ya que pasan de un entorno conocido y seguro para ellos a uno totalmente ajeno a su realidad. En el caso de los alumnos con necesidades educativas especiales esta situación es exponencial. ¿Qué hago al terminar mis estudios? ¿Es la universidad un sitio adaptado a mi condición?
Si miramos la normativa actual, encontramos que en la Ley Orgánica 2/2023, de 22 de marzo, del Sistema Universitario, el artículo 37: Equidad y no discriminación, nos dice que:
- Las universidades garantizarán al estudiantado que en el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes no será discriminado por razón de nacimiento, origen racial o étnico, sexo, orientación sexual, identidad de género, religión, convicción u opinión, edad, discapacidad, nacionalidad, enfermedad, condición socioeconómica, lingüística, afinidad política y sindical, por razón de su apariencia, o por cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
- Las universidades favorecerán que las estructuras curriculares de las enseñanzas universitarias resulten inclusivas y accesibles. En particular, adoptarán medidas de acción positiva para que el estudiantado con discapacidad pueda disfrutar de una educación universitaria inclusiva, accesible y adaptable, en igualdad con el resto del estudiantado, realizando ajustes razonables, tanto curriculares como metodológicos, a los materiales didácticos, a los métodos de enseñanza y al sistema de evaluación.
Las universidades facilitarán a las personas usuarias de las lenguas de signos su utilización cuando se precise.
Las universidades promoverán el acceso a estudios universitarios de las personas con discapacidad intelectual y por otras razones de discapacidad mediante el fomento de estudios propios adaptados a sus capacidades.
El número de acnees que acceden a la Universidad cada curso es mayor, creciendo significativamente en los últimos años. En el año 2020, la Fundación Universia recogió en su “Guía de Atención a las personas con Discapacidad en la Universidad 2020” las medidas que empleaban las diferentes universidades para promover la inclusión de la discapacidad.
En la elaboración de esa guía participaron cerca de 80 universidades, públicas y privadas, de toda España que en ese momento contaban con un total de 23.851 estudiantes con discapacidad matriculados. Entre las medidas que se valoraban estaban:
- Elaboración de Adaptaciones Curriculares.
- Procedimiento de acogida y orientación especializado para los alumnos de nuevo ingreso.
- Accesibilidad digital.
- Accesibilidad en espacios y edificios.
- Materiales educativos accesibles.
- Apoyo a estudiantes con necesidades educativas especiales (altas capacidades, dislexia, TDAH, etc.).
- Acciones de orientación e intermediación laboral.
- Proyectos de I+D aplicados a la inclusión.
Para alumnos con diagnósticos más específicos, como pueden ser los alumnos TEA, existe un “Manual de buenas prácticas para apoyar a los estudiantes de educación superior con TEA” elaborado por la organización Autism&Uni. Este es un proyecto europeo que trata de conocer las adaptaciones y apoyos que reciben los alumnos con autismo en la universidad y diseñar, construir y elaborar herramientas que ayuden a estas personas a acceder y tener éxito en sus estudios superiores.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, vemos que el mundo universitario cada vez es más accesible para los alumnos con necesidades educativas especiales. Aun así, siempre hay que dedicar tiempo para analizar qué características tiene cada alumno y cuáles de estas u otras medidas ofrece la universidad a la que quiere acceder.
Blanca Nieto Rico.
Orientadora escolar.
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