Vitamina N

Es una vitamina que está al alcance de cualquier persona, tenga ésta la edad que tenga. Y, es que, la Vitamina N es aquella que se obtiene a través del contacto con la ‘Naturaleza’.
Si siempre hemos sido conscientes de la importancia de esta vitamina, cada vez se hace más necesario disponer de ella en nuestro día a día. Esto se debe a que cada vez vivimos más desconectados de lo natural y más conectados a lo tecnológico y lo virtual. En nuestras aulas cada vez encontramos más adolescentes que pasan mucho tiempo de ocio encerrados detrás de una pantalla, cuyo contacto con la naturaleza es cada vez más puntual y tangencial.
Tanto es así que algunos autores comienzan a hablar del “déficit de naturaleza”. No es un diagnóstico clínico ni una patología clínicamente aceptada en ningún manual médico, pero sí es un término cada vez más acuñado por pediatras, psicólogos y educadores. El primero en hablar de él fue el escritor Richard Louv en su libro “Los últimos niños en el bosque” publicado en 2005. Este autor refleja que una de las consecuencias de este déficit es la disminución del uso de los sentidos en los niños. A raíz de esa disminución se perciben dificultades tanto a nivel cognitivo como a nivel físico. A nivel cognitivo hacen referencia a las funciones ejecutivas: memoria, atención, planificación, concentración… pero también a la creatividad, la imaginación, la curiosidad…. A nivel físico encontramos niños con mayores niveles de obesidad, falta de vitamina D, problemas visuales, asma y problemas respiratorios, dificultades para la coordinación, aumento de niveles de ansiedad y de estrés…
La mejor manera de combatir este déficit es retomar el contacto con la naturaleza de forma consciente. Los expertos recomiendan dedicar, al menos, una hora diaria al contacto con la naturaleza. Si bien éste sería el ideal, la realidad es que, en el día a día, es complicado llevarlo a cabo, sobre todo en las grandes ciudades. Así, a continuación, ofrecemos algunas ideas de cómo podemos introducir la Vitamina N en nuestra rutina.
- Escuchar sonidos de la naturaleza mientras se trabaja. El nivel de ruido en el día a día es altísimo y está comprobado que cambiar la música por sonidos naturales como el mar, la lluvia, el sonido del bosque, el cantar de los pájaros… reduce el estrés y ayuda a la concentración. Así, en cualquier plataforma de música siempre encontramos canales o listas de reproducción de sonidos de la naturaleza.
- Intentar visitar espacios verdes al menos una vez a la semana: pasear por un parque, por la playa o por un bosque, andar a la vera de un río…
- Ver imágenes de naturaleza, si pueden ser reales, mejor. Si no, se puede disponer de imágenes virtuales para tener de fondo o intentar decorar con fotos o carteles de elementos naturales. Una idea para el aula puede ser invitar a nuestros alumnos a traer fotos de paisajes que les ofrezcan calma y ponerlas como decoración de la clase.
- Tener flores y plantas frescas y cuidar de ellas.
- Usar aceites esenciales, mikados, ambientadores, velas o difusores que favorecen la aromaterapia.
Obtener vitamina N es más fácil de lo que a veces pensamos y abastecernos de ella tanto a nosotros mismos como a nuestros alumnos es fundamental para un buen desarrollo integral. Así que sería bueno preguntarse cada día: ¿cómo voy a llenarme hoy de Vitamina N?
Blanca Nieto.
Orientadora escolar.
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