• Y tú, ¿cómo lo ves? Acompañar en la diversidad

Y tú, ¿cómo lo ves? Acompañar en la diversidad

Y tú, ¿cómo lo ves? Acompañar en la diversidad

Empecemos recordando ideas básicas sobre educación inclusiva y atención a la diversidad. Contemplamos cuatro modelos de organización que suponen cuatro modelos conceptuales:

Nuestro sistema educativo opta por la integración y camina cada vez con más fuerza, aunque no exenta de obstáculos, hacia la inclusión. Hoy, nuestras aulas y centros son cada vez más diversos. Diversidad en lo que se ve y en lo que no se ve. Hoy, el camino correcto sería hacia la personalización cada vez mayor de la enseñanza y de la atención al alumnado. Y hacia allí avanzamos.

Existen tantas diversidades como personas, porque cada uno transitamos por la vida con nuestra historia, historia única y personal. Hay diversidad de talentos, de capacidades, de formas de ser, de maneras de relacionarse, de identidades de género… Los diferentes tipos de diversidades más recurrentes en los centros educativos y en la sociedad en general son: la cultural, la sexual, la biológica, la funcional, la ecológica y, por último, la lingüística.

Por tanto y así las cosas, urge personalizar la enseñanza y personalizar el acompañamiento que hacemos a los alumnos desde los Departamentos de Orientación. Aunque en esto somos pioneros desde hace tiempo, dada la naturaleza de nuestra labor educativa.

Todos conocemos el sesgo de negatividad: un comentario ofensivo nos afecta más que diez halagos. Los comentarios de nuestros claustros de profesores a nuestros alumnos, muchas veces, son negativos o tienen ese matiz porque se focalizan en los resultados. Si nuestro foco se pone en los procesos, en los esfuerzos, en los caminos recorridos, es más fácil reconocer al alumno y, por tanto, empujarle, motivarle, reforzarle.

La ciencia ha demostrado que el placebo cura y el nocebo (un placebo negativo) puede enfermarnos. Por tanto, las expectativas pueden ser muy potentes. Lo que asumes es lo que obtienes. Lo que asumen nuestros chicos es lo que obtienen. Rutger Bregman, historiador, afirma: “si las personas esperan lo peor de los demás, lo obtendrán”. Yo pregunto: ¿y si esperan lo mejor?, ¿también lo obtendrán? Considero que sí. Y si hablamos de adolescentes, ávidos de ser mirados y estimados, lo considero aún más.

Por tanto, el elogio y el reconocimiento a los alumnos no pretende tanto “algodonarles” la existencia y hacerles frágiles, como muchas veces pensamos, sino depositar miras y expectativas que saquen lo mejor de cada uno o que les animen a intentarlo.

Educador, orientador, revisa tus visiones de las cosas y de los alumnos con amabilidad. Si cambias la visión, todo cambia, porque somos la historia que nos contamos.

Y tú, ¿cómo lo ves?

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