Ya sea porque tienes exámenes orales, presentaciones en algunas asignaturas o para relacionarte en un grupo, saber cómo hablar en público es algo necesario.
Para lograr nuestra meta de aprender a hablar en público el primer paso será superar el miedo. El miedo es una reacción natural de nuestro cuerpo ante una situación de peligro, sea este real o imaginario. Para superar el llamado “pánico escénico” deberemos tener en cuentas dos cosas:
Una vez afrontado este miedo, toca practicar, practicar y practicar. Antes del día decisivo deberás ir añadiendo gente a tu público de manera progresiva. Puedes empezar contándote a ti mismo el discurso delante de un espejo. Después, pide a un familiar o amigo que lo escuche, y hazlo en un entorno en el que te sientas cómodo y relajado. Por último, reúne a un pequeño grupo de personas que te presten atención y puedan darte su opinión. Así, cuando llegue el día, tendrás el discurso más que ensayado y te habrás acostumbrado al público.
Ahora que ya hemos superado miedos y practicado la exposición, llega la fecha clave. Para pasar con éxito esta prueba de fuego deberás tener en cuenta lo siguiente:
Una vez llegue tu turno y estés delante de la gente puedes emplear dos técnicas distintas: mirar a un punto fijo y evadirte del público o, si has ganado suficiente confianza, ir mirando a varias personas. Si tienes la suerte de presentar delante de compañeros de clase o amigos, elige a las 3 o 4 personas con las que tengas más confianza y ve mirándolos durante el desarrollo de tu discurso. Si no conoces a tu público, selecciona a las personas pero visualiza en ellas las caras de conocidos con los que te sientas más cómodo.
Ten en cuenta que, como todo en la vida, es cuestión de práctica. La primera vez, aunque nervioso, conseguirás sacarlo adelante poniendo en práctica estos consejos. Conforme acumules experiencias te resultará mucho más sencillo hablar en público.