El mundo, y con él la tecnología, avanzan a un ritmo vertiginoso. La incorporación de la Inteligencia Artificial en diferentes sectores de la sociedad ya es una realidad y los expertos afirman que es sólo el comienzo.
Uno de los tantos campos que se verá afectado por la revolución de la IA es la educación, razón por la que cada vez más instituciones educativas impulsan la formación en el uso y buenas prácticas de esta herramienta.
A continuación, compartimos algunas reflexiones sobre los beneficios que podría suponer esta nueva realidad, para los centros escolares y universidades:
- Apoyo en las funciones administrativas como la matriculación y la asistencia a clase, lo que permitiría ahorrar tiempo y costes a los centros de enseñanza.
- Creación de materiales específicos para cada una de las asignaturas junto al profesor, participando en la extracción de las ideas que se quieran comunicar, ideando atractivas actividades para el aula y diseñando la metodología adecuada. Es decir, se pone la lupa sobre los enfoques tradicionales y la forma de adquirir conocimientos, abriéndose a nuevas posibilidades.
- Adaptación a las necesidades de cada uno de los alumnos. Sabemos que cada alumno es diferente y lo que funciona para uno no tiene por qué servir para otro. La IA ayudaría al docente a establecer la mejor metodología de aprendizaje y a personalizar el itinerario formativo del estudiante, lo que tendría un impacto positivo en el rendimiento y posterior evaluación del alumnado.
- La inteligencia Artificial, como herramienta preparada para analizar grandes volúmenes de datos, serviría como apoyo a la labor docente para detectar y tratar posibles casos de fracaso escolar. La detección a tiempo puede tener un notable impacto en la reducción de las tasas de abandono en la escuela.
- La formación especializada está a la orden del día. La Inteligencia Artificial, siendo un campo relativamente nuevo, permitiría a los docentes especializarse en al área educativa, adquiriendo nuevas habilidades y competencias que repercutirán directamente en su alumnado. ¿A qué estudiante no le gusta que su profesor esté a la última?
Un riesgo que evitar
Dejarse llevar por las bondades de la Inteligencia Artificial puede ser muy fácil. Los profesionales de la educación no han de perder de vista que se corre el riesgo de deshumanizar la educación, por eso, es conveniente establecer un manual de buenas prácticas que sirva de guía para los profesionales del sector. Por más que avance el mundo y con él, la tecnología, las Humanidades siempre deben estar presentes y se debe mantener la estrecha relación alumno-profesor-familias.
